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Francisco Faúndez
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18:36

Había escuchado hablar bastante de "La Escalera", el centro cultural, lugar donde se desarrollan talleres y lugar de encuentro de distintos eventos en Concepción, pero no había tenido la posibilidad de ir. El lugar es una gran idea, y muy bien llevada a cabo, organizada por varios conocidos que desde hace tiempo están irrumpiendo en la escena artística de Concepción y al parecer plasman muy bien lo que quieren o lo que buscan en este lugar.
El fin de semana pasado, ocasión en que celebramos el cumpleaños de mi hermano, junto a algunos compañeros nos pegamos un buen viaje en la escalera, pudimos ver a la banda santiaguina Guiso, junto a Plus y Manzana Gris, aunque, en honor a la verdad, sólo alcanzamos a ver a los de la capital, el ambiente estuvo muy bueno. Adentro me encontré con algunos amigos que no veía desde la tocata de "Holden", allí estaban disfrutando de la música, lo que no era una casualidad, y uno de ellos Carlos Arias, me envio algunas fotos de esa presentación, demás está decir que una vez terminado el evento estuvimos conversando y sacando fotos con los músicos, todo muy bien hasta la vuelta a casa de la cual no recuerdo casi nada, exceptuando que me mojé todos los pies.
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Francisco Faúndez
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19:46

Que no daría por volver atrás el tiempo, no para cambiar las cosas, sino para sentir de nuevo el gustillo de mis recuerdos memorables, conversaciones, risas, salidas, aventuras, pero por sobre todo, me encantaría volver a los tiempos cuando nos dedicamos al rock n´roll o al pop (no lo sé). Ese debe ser aún uno de mis más bullados anhelos, repetir las sesiones de ensayo y tocatas, sin ninguna trascendencia en la playa, en la piscina o donde fuera, gestionados por nosotros mismos y quien quisiera subirse a la moto, porque la idea era pasarlo bien, además de que algunos también se creyeran rockstars.
Lo que lamento, es que siempre encontré que sonabamos bien, no eramos un grupo rebuscado, ni adolescente, tocabamos bien para el medio en que estabamos, pero nunca estuvimos en un concierto masivo, al final solo nos divertíamos, eramos bien cheleros y vineros y pisqueros, pero como todos, eran buenos tiempos. Al final, la música se transformó en un hobbie, como para la mayoría, y las grandes espectativas quedaron en eso, aunque a veces sueño despierto y veo que todavía puedo ser un músico, no son más que sueños, como dice una canción de New Order, "necesito poner los pies en la tierra de nuevo", y recordar que simplemente ese tiempo pasó y que ahora hay nuevas espectativas, al menos eso es lo que me alienta.
En fin, la verdad es que en ese tiempo las prioridades eran distintas y se podía hacer todo en pos de la música, especulando sobre el tema y las proyecciones, quizá una perdida de tiempo, pero quien lo iba a saber. Lo bueno es que de pronto aún nos juntamos a tocar una vez al año o a las miles, y nos divertimos, porque lo único claro que va quedando es que con nosotros o no, el rock sigue¡¡¡¡¡¡¡¡yeah.
(Una tocatita del verano 2007, con batero virtual)
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