Lejos de los grandes centros urbanos, de los enormes edificios y las grandes espectativas, está la ciudad Tranquila. Esta pequeña gran ciudad, tiene de todo, pero parece un círculo cerrado al cual es muy difícil entrar, es de pocas oportunidades laborales y entretención, aunque es muy acogedora y cómoda para vivir, pero lenta y de clases marcadas, en ella se pueden hacer muchas cosas, pero cuesta el doble, tiene grandes memorias ancestrales y otras de algunos años, que difícilmente se olvidan y que a algunos los tiene arraigados en un espiral aletargado.
Nada de malo tiene vivir aquí, pero tampoco nada bueno, es lo único que va quedando de una vida pasada, de los sueños incumplidos, que ya no importan, porque ya nada importa, más que uno mismo. Hay que escapar del infortunio de pertenecer a "el lugar sin límites" en la ciudad Tranquila, porque tu vida puede pasar frente a tus ojos, sin que te des cuenta, y luego no habrá cabida para el arrepentimiento.
La ciudad Tranquila, es adictiva, en varios sentidos, si no puedes escapar, es por qué no quieres o por qué ella no te deja, al final, nada te detiene, abraza tu destino y tírate que nadie más queda, o llora por lo que no tuviste y desvélate en sus calles buscando lo que aún no encuentras, tan sólo en una vida, en la ciudad Tranquila, que sin memoria simpre espera.
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Nada de malo tiene vivir aquí, pero tampoco nada bueno, es lo único que va quedando de una vida pasada, de los sueños incumplidos, que ya no importan, porque ya nada importa, más que uno mismo. Hay que escapar del infortunio de pertenecer a "el lugar sin límites" en la ciudad Tranquila, porque tu vida puede pasar frente a tus ojos, sin que te des cuenta, y luego no habrá cabida para el arrepentimiento.
La ciudad Tranquila, es adictiva, en varios sentidos, si no puedes escapar, es por qué no quieres o por qué ella no te deja, al final, nada te detiene, abraza tu destino y tírate que nadie más queda, o llora por lo que no tuviste y desvélate en sus calles buscando lo que aún no encuentras, tan sólo en una vida, en la ciudad Tranquila, que sin memoria simpre espera.
