El Lado Beatnik

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Siempre me he sentido atraído por el lado oscuro de la fuerza, por decirlo de cierta forma, o por el lado beatnik, que no es lo mismo que Breatny, la cuestión es que cuando se trata de lectura, siempre he preferido a Fuguet antes de Isabel Allende, es que la verdad es que ese mundo real y maravilloso, como lo describen, en que algo mágico se revela como ángeles en flor o pueden ser las entruncadas historias neo orientales, no me atrae como una buena historia de desilusiones, excesos, depresión y decadencia. Es por eso que prefiero a Kerouc antes que García Márquez, a Bukowsky antes que Cohelo, a Quiroga antes que Borges, a Poe antes que Dostoievski, a Camus antes que Hemingway. Las comparaciones están dispuestas a críticas, pero por lo cierto, prefiero leer un buen libro como "On the Road" que describe como hacer dedo en la carretera, con todo lo que implica hacer viajes de "autostop", o "Música de Cañerías", de escritores y gigolos decadentes, a leer una rebuscada historia de niños con sentidos superdesarrollados o nuevas interpretaciones de la biblia, sobre la supuesta verdad. Es que el ser humano (yo) tiene demasiada mierda encima para ser desperdiciada en caminos de grietas destinadas a ensueños idílicos y esperanzas desperdiciadas, pues los libros y escritores son de harta forma nuestra manera de pensar y vivir, y simplemente no se puede vivir creyendo que estamos en un mundo real y maravilloso a la vez, sino pregunten a las personas del psiquiátrico, dónde descubrieron sus ángeles voladores o por qué son la reencarnación de Napoleón, a mi me suena a libro de fantasías, pero quien sabe. A lo que quiero llegar es que es perturbador, simplemente engorroso, poder entender el mundo si inventamos miles de historias para alejarnos de él. Y al contrario se descubre en lo decadente y visceral una manera de volver a pisar tierra. Al final de todo, escribo esto para demostrar que en una noche de excesos y decadencia, se puede dejar algo más que una resaca, y descubrir en la sinceridad de los amigos algo de verdad, entre melancolía y revelaciones, al más puro estilo beat, quiero crear una representación física de este "lado beatnik" que he redescubierto, y que dejaré como hito para no volver a olvidar, espero plasmar las imágenes tal cual las veo. Tengo que contar lo que me gusta de los beatniks; su humanidad por sobre todas las cosas, lejos de las pretensiones de riqueza y las caretas sociales. Pueden convivir con vagos y tiene gran respeto, gozan de la música jazz y se jactan de que a pesar estar en la miseria, tienen el culo más limpio que cualquiera, pues al cagar no se lo limpian con papel higiénico, sino que mejor se lo lavan. Tal vez sea un arrastrado y un vencido, como se describió a la generación beat hace más de cincuenta años antes, pero quizá un (beat)ficado, pues a la hora de escribir esto, no necesito más razones, que las que habían en 1948, para explicar que estamos con la mierda hasta el cuello, porque es nuestra naturaleza destruir todo y echarlo a perder, a nuestro medio ambiente y también a quienes nos rodean, y como dice dice NIN, es mejor alejarse porque al final de todo, "te decepcionaré y te heriré".

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